Prosigo con los contrastes, y ahora no solo lumínicos, sino también de texturas, de color, de nitidez, etc. En la parte de abajo, una masa condenada a la indefinición; en la superior, casi levitando sobre ella, una explosión de colores, formas y acciones aglutinadas por un partido matinal de baloncesto.¿Tiene alguna importancia entonces el marcador?
No hay comentarios:
Publicar un comentario