Así como las tomas en contrapicado se nos antojan más o menos naturales, supuesto que a menudo inclinamos la cabeza hacia arriba para observar cualesquiera cosas que están a más altura que nosotros, las vistas desde un ángulo nadir, o contrapicado extremo, son ajenas a nosotros, salvo que nos tumbemos boca arriba en el suelo. Así, los límites de nuestra anatomía determinan los límites de la naturalidad.
Cada día de 2011, una imagen comentada a modo de almanaque visual. Para que el paso del tiempo no acabe siendo solo tiempo pasado, sino también recordado, es decir, revivido.
sábado, 17 de diciembre de 2011
viernes, 16 de diciembre de 2011
Interioridades
Mostrar el interior de nuestra propia casa es, un poco, como desnudarnos ante ojos desconocidos. El conjunto de objetos y plantas que nos rodean hablan de forma tácita de nuestras preferencias, de nuestros hábitos y, por qué no, también de nuestras manías, convirtiéndose así en delatores de nuestras interioridades. La intimidad, descubierta, pierde entonces su condición.
jueves, 15 de diciembre de 2011
Informe
La superficie, informe, se muestra amenazadora, tal vez por eso mismo, porque no podemos adivinar la presencia de ningún objeto o ente reconocibles; tan solo se extiende ante nosotros un terreno agrietado, de límites imprecisos. Pero seguimos avanzando; avanzamos porque a lo lejos vemos la luz, y cuando uno está confuso, la luz es el mejor de los guías.
miércoles, 14 de diciembre de 2011
Nudo de tensión
Todo en esta fotografía nos invita al sosiego: las aguas en calma, la luz tenue, las plantas acuáticas que se yerguen en su mayoría enhiestas, las piedras del fondo, cubiertas de algas..., todo excepto la hoja seca que flota entre los juncos y que genera un nudo de tensión impropio, dado su escaso tamaño; su destacado color y, especialmente, su posición, ligeramente escorada hacia la izquierda del eje de simetría, hacen el milagro.
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martes, 13 de diciembre de 2011
Contemplación y movimiento
Una serie de chavales caminan por el patio, ajenos al objetivo de la cámara, mientras que otros juegan a pelota. Todo normal. Lo más interesante de la imagen, sin embargo, son los dos chicos que parecen contemplar la escena que se extiende ante ellos con el mismo arrobamiento que el protagonista del cuadro de Caspar David Friedrich "El caminante sobre el mar de nubes". ¿Estarán soñando?
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lunes, 12 de diciembre de 2011
Desolación
Los grandes aparcamientos me producen una extraña sensación de desolación, aun cuando estén poblados por un buen número de coches. La percepción de estar rodeado de máquinas sin vida, inmóviles, dispuestas simétricamente en unas líneas pintadas como referencia me conduce a un estado de ensimismamiento. Es una especie de "memento mori" contemporáneo.
domingo, 11 de diciembre de 2011
Larga exposición
En fotografía, utilizar velocidades de exposición lentas -y podemos considerar lentas todas aquellas que pasen de la centésima de segundo-, es un recurso con el cual a veces se obtienen resultados interesantes, pero que suelen depender demasiado de lo fortuito. Y, cuando como en este caso, se va a cien por hora en un coche, todo es posible.
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