Cuando deambulo por la ciudad, a veces intento imaginarme a la gente sin tronco, como si sus piernas fueran miembros con vida propia que invaden calles, plazas y parques. Es curioso observar lo diferentes que llegamos a ser los humanos cuando caminamos o cuando, simplemente, estamos en reposo, tanto sentados como de pie. Así, veo piernas recatadas, insolentes, titubeantes, seguras, holgazanas, todo ello sin saber el individuo que las acompaña. La ventaja es que de esta manera no tengo por qué preocuparme de los derechos de imagen... de momento.
Cada día de 2011, una imagen comentada a modo de almanaque visual. Para que el paso del tiempo no acabe siendo solo tiempo pasado, sino también recordado, es decir, revivido.
sábado, 21 de mayo de 2011
viernes, 20 de mayo de 2011
Bodegón mínimo
Lo confieso: los bodegones atiborrados de flores, chirimbolos y suculentos alimentos me empachan -no solo metafórica, sino también literalmente. Hay en los artistas que han cultivado este género una pulsión por la opulencia que abruma. A mí me gustan los bodegones que muestran una máxima economía de recursos, un mínimo objeto, una máxima atención a la composición.
jueves, 19 de mayo de 2011
La alternativa de voltear la imagen
Voltear por voltear es una acción puramente arbitraria, un intento de subvertir el orden de la realidad percibida creando un nuevo orden, más convencional si cabe. Sin embargo, es posible que al rotar una imagen, surjan formas más evocadoras que en su estado natural. Y no hay nada más humano en lo natural que su propia evocación; así, los gatos pueden convertirse en toros; la vida, en belleza.
miércoles, 18 de mayo de 2011
Centrifugado de imagen
A veces llego a envidiar las lavadoras. No, no, creo que no estoy loco. Debería puntualizar que envidio la función de centrifugado de las lavadoras. Sería estupendo poder centrifugar nuestros pensamientos nocivos, expulsándolos definitivamente del cerebro; poder centrifugar nuestros deseos imposibles; a las personas incómodas de nuestro alrededor, a... a...
martes, 17 de mayo de 2011
Al abrir los ojos
Despertarse, en según que días o circunstancias, puede ser una pequeña tragedia. Se despoja uno de las sábanas, que pierden rápidamente la calidez, y se topa, frente a frente, con la pared blanca, tenuemente anaranjada por la luz solar. Levantarse resulta ya inevitable; no hay más remedio que hacer de lo inevitable, lo deseable: es el posibilismo de la cotidianidad.
lunes, 16 de mayo de 2011
Estallido de luz
Agua, aire, tierra y luz (=fuego): he aquí los cuatro elementos primigenios concentrados en una sola imagen. Y a partir de ellos, las plantas, los microorganismos... y nosotros contemplándolos. O mejor, contemplándolo, porque si todos estos componentes se conciben como un todo, es que entonces reina la armonía, única capaz de casar lo que ha divorciado el científico.
domingo, 15 de mayo de 2011
Las ventajas de madrugar los domingos
Bueno, tampoco lo exageremos: levantarse a las siete o las siete y media no es madrugar. A lo que vamos: las calles están casi desiertas, el rocío todavía impregna el pavimento y el sol empieza a desperezarse. Noy hay coches a la vista, gracias a lo cual me sitúo en medio de la calzada, mido las luces, encuadro la escena, clic, y a tomar un café y leer el diario. ¡Benditos domingos!
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