Me levanto por la mañana, todavía adormilado, salgo del dormitorio, miro la parte superior de la caja de escalera, y veo un primer rayo de sol que penetra por la ventana y me da los buenos días. No puedo desaprovechar la ocasión: me desperezo, corro a por la cámara y ¡clic! Lo capturo. ¡Eureka!
Esta imagen es muy original
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