Cuando pensamos en la idea de siniestro, podemos imaginarnos a algunos individuos esquinados, a acciones truculentas, a viviendas tétricas, a parajes amenazadores, pero nunca al patio de una escuela iluminado por el sol del mediodía. Paseando frente a este patio escolar, me he detenido a observarlo y me ha parecido siniestro. Quizá lo verdaderamente siniestro sea la ausencia de vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario