No sé en qué radica la belleza de las sombras esbatimentadas, aunque intuyo que se debe a que los objetos reflejados han sido sometidos a un proceso de simplificación máximo. Se pierde el color original, los detalles, el volumen, pero queda lo esencial: el reconocimento. Todo gracias a las líneas de recorte y al contraste de unos pocos, a veces solo dos, tonos. Belleza, en definitiva.
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