La hora del desayuno suele ser uno de los momentos más conflictivos de la vida familiar. Nos levantamos, aún adormecidos, y corremos hacia la cocina para tomar una ligera refacción antes de ir al trabajo. Tropezamos con otros miembros de la familia, nos hacemos un hueco, engullimos sin hambre y nos vamos. ¡Qué importante es apercibirse de cuándo es domingo!
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