El agua es la fuente de la vida, y digo fuente en el sentido más literal del término. Pero todos los extremos son negativos, como no se han cansado de repetirnos nuestros mayores desde que empezamos a socializarnos. El árbol del centro de la balsa, embriagado de agua, ha pasado a formar parte del mundo mineral. Las ranas, sin embargo, saltan de puro contento. Ahora podrán celebrarse las olimpiadas de batracios.
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