Si por algo se caracterizan nuestras ciudades es por la mezcolanza de objetos y construcciones dispares, con tendencia al caos controlado que, por cotidiano, no nos parece tal. Casas y pisos sin concierto, semáforos de actividad incesante por doquier, árboles hincados en áreas de medio metro cuadrado, cables que cortan las calles por arriba y por abajo y cielo, pero solo en porciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario