Yo, que debo admitir mi condición de ignorante en botánica, me sorprendo de estos árboles con los que topo de camino a casa. No es que tengan nada especial, sino que precisamente por lo que parece que no tienen: hojas verdes. Estamos, desde hace casi una semana, en primavera, y mantienen el aspecto mustio del otoño. Lo peor de todo es que este aspecto se contagia con suma facilidad. Suerte del color salmón de la fachada...
No hay comentarios:
Publicar un comentario