Este depósito de macetas puede concebirse de dos maneras radicalmente distintas: como cementerio, dado que las macetas, arrinconadas junto a una pared y rodeadas de un solar en estado de abandono, no cumplen la función para la que se crearon, y es la ausencia lo que predomina, o como vivero, cuando se valora estos recipientes como potenciales receptores de semillas y plantas. Vamos, ataúdes o cunas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario