lunes, 10 de enero de 2011

Té verde


Me he acostumbrado a tomar, tras el almuerzo, un té verde. Lo hago como alternativa al café o al té fermentado. Las primeras veces lo encontraba bastante insípido, comparado con las otras dos bebidas, pero poco a poco he ido descubriendo su ligero aroma y su sabor discreto. Su aprecio requiere tiempo; supongo que por eso su consumo es minoritario. Tempus fugit.

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