Las ambigüedades generan dudas, y las dudas, vida. Al observar estos elementos, enseguida nos pueden asaltar dos dilemas: ¿se trata de una lápida o de un banco? ¿de una declaración de amor o de un epitafio? En realidad, estamos ante una promesa de amor de un tal Jaume y una tal Laura en un pegote de cemento que representa algo parecido a un corazón en un banco de travertino. Dulce ingenuidad.
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