Amanece. Me levanto y subo la persiana para que entre la luz. Y ¿quién me da los buenos días? Un bicho. Digo bicho por ignorancia, porque es lo único que puedo decir de él, aparte de que es un insecto volador. Y así se queda este majestuoso bicho volador: mirándome y tratando de adivinar qué tipo de bicho soy yo...
No hay comentarios:
Publicar un comentario