Es tiempo de insolación, aunque este verano parece que incluso el sol se ha ido de vacaciones. Por si acaso, hay que proveerse de parasoles. La mayoría de ellos son burdas estructuras de plástico o loneta blancos que paran el sol, pero insultan estéticamente a sus usuarios. Lástima que no haya parasoles vegetales como este: la fragilidad y tamaño de la planta no lo permiten.
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