Tengo una gran admiración por la arqueología industrial, posiblemente porque aúna dos disciplinas en régimen de igualdad, sin que ninguna dé sopas con honda a la otra: la historia y la ingeniería. En lugar de excavar tumbas y templos, exploran los restos de nuestro pasado industrial -como esta cementera-, que hace poco servían para que nuestros abuelos se ganaran el sustento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario