martes, 23 de agosto de 2011

Presa


Si las cataratas y cascadas nos fascinan, tal vez porque ejemplifican el poder inmenso del agua, de la naturaleza misma, con las presas pasa otro tanto, pero vinculado al poder constructivo del hombre y a su capacidad para domeñar estas mismas fuerzas naturales. Aunque, tarde o temprano, acabe perdiendo siempre la partida. Por suerte para la humanidad. Nada hay más pernicioso que una humanidad demasiado fuerte. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario