No solo las especies animales y vegetales están expuestas a extinciones masivas: los artefactos también las sufren. Como muestra, un botón: las cabinas telefónicas, que tan habituales eran en el paisaje urbano, se están convirtiendo en raros ejemplares que subsisten en algunas de nuestras calles. Seguro que nuestros hijos las verán, si se conserva alguna, en los museos de la técnica y ciencia, y con los mismos ojos que observamos nosotros los carruajes o los trenes de vapor.
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