sábado, 12 de marzo de 2011

Aguacero


Está cayendo un aguacero. Salgo a la terraza de casa y me encuentro con las dos caras de una misma moneda: la necesidad de aprovisionarnos de agua. Por un lado, dos recipientes de plástico que acumulan el agua de la lluvia; por otro, una manguera extendida que nos puede surtir de agua de Dios sabe dónde. La tragedia está en el agua que cae libremente sobre el embaldosado y que se escapará por el sumidero; la tragedia está en la pérdida, como siempre.

viernes, 11 de marzo de 2011

Artificio tenebrista II


Al igual que en las cuestiones domésticas y las relaciones humanas tendemos a valorar  más las cosas cuanto más escasas son, en la fotografía la luz, que es un presupuesto, se convierte en un privilegio cuando su presencia apenas es visible. Y digo apenas porque sin esta conjunción no habría imagen, sino solo soporte. ¡Y es tan duro soportar la ausencia por antonomasia!

jueves, 10 de marzo de 2011

Artificio tenebrista


Si uno gusta del tenebrismo caravaggiesco, quizá sea porque gracias al tratamiento lumínico, se establece una jerarquía entre las figuras y objetos de la pintura, ayudando así al observador a distingir lo esencial -iluminado- de lo accesorio -sumido en la penumbra- Pero, ¿qué pasa cuando de la oscuridad solo emergen retazos de objetos, y sus partes más características, bien están cubiertas por el negro profundo, bien quedan fuera de campo?

miércoles, 9 de marzo de 2011

Blanco sin detalles


Cuando de arte se trata, establecer normas resulta siempre peliagudo, al menos para las mentalidades que intentan vislumbrar cosas más allá de los academicismos. Esta fotografía de paisaje, por ejemplo, sería rechazada inmediatamente en cualquier concurso, supuesto que muestra una parte considerable de la imagen con un blanco sin detalles, un "blanco de yeso", podría decirse. Sin embargo, a mí me gusta así: la concibo como una masa lumínica que arrolla cuanto toca, transformando la materia en energía.

martes, 8 de marzo de 2011

Entereza


No se me ocurre una palabra más atinada para describir la imagen. Una planta, prácticamente seca, se sostiene enhiesta a pesar de que su fin está cantado. Lo inexorable de su destino no le mueve a abandonarse, a dejarse ir hacia la nada. Es una de las formas más admirables de la entereza, aquella que no se sustenta en la fe, sino en la dignidad del ser, hasta sus últimas consecuencias.

lunes, 7 de marzo de 2011

Desangelados aparcamientos


Los aparcamientos, como este de un supermercado, siempre me han parecido uno de los lugares más desangelados de las ciudades. Le doy vueltas al porqué, y no se me ocurre nada más que pensar que en ellos el anonimato, más que salvaguardarse, impera por naturaleza. Llega la gente en su coche, coge su carro, mete en él sus productos, paga con su dinero y se va a su casa. El dominio del posesivo es abrumador y, claro está, tanto posesivo nos aboca al anonimato.

domingo, 6 de marzo de 2011

En movimiento


A pesar de que concebimos el domingo como el día de descanso, y por ende, de quietud, parece que nos esforcemos por llevarle la contraria, y nos movemos más que el resto de la semana. O mejor, nos movemos de forma diferente. No hay un dirigirse a, sino un deambular; no hay un motor de por medio, sino las piernas o la bici, renacida tras unos dias de letargo. Tal vez tengamos remordimientos por descansar; tal vez nos dé pavor la quietud, el silencio y la serenidad a que estos nos conducen. Sin coche.