miércoles, 9 de marzo de 2011

Blanco sin detalles


Cuando de arte se trata, establecer normas resulta siempre peliagudo, al menos para las mentalidades que intentan vislumbrar cosas más allá de los academicismos. Esta fotografía de paisaje, por ejemplo, sería rechazada inmediatamente en cualquier concurso, supuesto que muestra una parte considerable de la imagen con un blanco sin detalles, un "blanco de yeso", podría decirse. Sin embargo, a mí me gusta así: la concibo como una masa lumínica que arrolla cuanto toca, transformando la materia en energía.

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