Repertorio de arcos

 

Es extraño encontrar, en edificios de época contemporánea, el uso de arcos como elementos sustentantes en los edificios. La dictadura de la arquitectura arquitrabada, vinculada al hormigón, hierro y al funcionalismo apenas deja resquicios. Pero más extraño es encontrar, en una misma obra, un repertorio de arcos como este: apuntado o ojival, de medio punto y escarzano... junto al inevitable vano adintelado.

Fulgor

 

Cuando el blanco no tiene matices, cuando ocupa una superficie considerable de la imagen, cuando no se conforma con esta superficie y tiende a expandirse por todo el encuadre a costa de los demás motivos representados, cuando nos deslumbra, el blanco no es blanco, es fulgor. Así quedan los cristales al intentar resistir una fuerza tal...

Yin y yang

 

Hay fotografías compuestas por dos partes casi iguales, en lo que a superficie se refiere. Y pueden funcionar como dualidad, complementarias entre sí, o como dicotomía, como oposición la una de la otra. Esta podría ser una suerte de representación del yin y yang con motivos arquitectónicos. Pero ¿cuál de ellas es el yang, la fuerza activa, que contrasta con el yin o fuerza pasiva? Para mí, el yang es la parte izquierda. La vitalidad de la planta, aun en la penumbra, echa el resto para asumir el papel preponderante.

Mear fuera del tiesto

No siempre es negativo mear fuera del tiesto, si entendemos la locución como hacer o decir algo que no es pertinente. En este caso, y perdónenme la reiteración, han meado fuera del tiesto al poner el tiesto en el coronamiento de esa pared. Bendito desliz que alegra nuestra vista al pasar, y bendita meada la del intrépido que la ha hecho. O del inconsciente, visto el peligro que comporta.

¿Paredón?

 

Por imponente que sea un muro, si está pintado con un color cálido, difícilmente podremos considerarlo como un paredón. Tampoco podría concebirse como una especie de muro de lamentaciones, porque el color dulcifica nuestros sentidos, o los despierta, pero siempre minimiza la rotundidad de las obras arquitectónicas y, sobre todo, las humaniza. Las lamentaciones, claro.

Hombres enmascarados

 

Aunque sin máscara. Es el encuadre, en el individuo de la izquierda, y la farola, en el de la derecha, quienes mantienen en el anonimato a estos dos transeúntes que se mantienen ajenos a la fotografía. Y digo transeúntes y no paseantes porque, de estos, los hay muy pocos. El paseo es un lujo en estos tiempos nuestros de ajetreo inducido.

Antaño

 

Aunque también podríamos decir "hogaño", porque lo que ha captado la cámara, existe todavía. Pero el "todavía" es un vocablo precario, que anuncia  el desmoronamiento primero; la desaparición, después. Esta sala principal de una casa solariega ha perdido su condición, para convertirse, simplemente, en un decrépito espacio cerrado. Antaño.