sábado, 25 de junio de 2011

Daños colaterales


He aquí un ejemplo de daños colaterales. Hace un par de días celebramos la verbena de San Juan y, es obvio, en Cataluña no puede haber verbena sin fogatas y petardos. Y donde hay fuego hay descontrol y aspirantes a pirómano que lo celebran a su manera. Esto no es un collage, es un tablón de anuncios. Aunque sería más adecuado decir "era".

viernes, 24 de junio de 2011

Aberturas tapiadas


Las puertas y ventanas tapiadas de las casas deshabitadas me resultan inquietantes. No porque puedan llegar a ser pasto de okupas, sino porque constituyen un símbolo del fracaso. Las viviendas se construyen para ser habitadas y, aunque es lógico haya momentos en que permanezcan huérfanas de inquilinos, una pared de ladrillos anula cualquier posibilidad de futuro, salvo la demolición.

jueves, 23 de junio de 2011

La tapadera


Esta entrada lleva por título "La tapadera", y lo empleo en sentido literal y no figurado. Porque eso es, ni más ni menos: la fotografía de una tapadera que ronda por mi cocina. La pobre está ya vieja y abollada, pero sigue haciéndome algún que otro servicio, como permitirme darle la vuelta a las tortillas sin provocar ningún fiasco o posar sumisa ante mí para captar su avejentado esplendor.

miércoles, 22 de junio de 2011

Sol y sombra


Se suele decir que las cosas dependen del punto de vista desde el que se miran, y muy cierto es. Sin embargo, deberíamos decir también que dependen de la luz que inciden sobre ellas cuando se las mira. Lo más anodino, lo más prosaico, puede cobrar un interés inusitado cuando el sol tiene a bien enviarle el rayo de luz con la intensidad y dirección adecuadas.

martes, 21 de junio de 2011

Drapeado


Este paño, extendido sobre cualquier superficie, no pasaría de ser un roñoso trapajo ansioso por ser lavado enérgicamente para volver a su prístina blancura. Sin embargo, dispuestos sus pliegues convenientemente, se convierte en un drapeado, en un elemento fundamental de la escultura y pintura clásicas. Nunca la arruga fue tan bella.

lunes, 20 de junio de 2011

Puerta sobre puerta


Si, como dice el refrán, eso de ponerle puertas al campo es algo casi imposible, en la ciudad, espacio domesticado por antonomasia, es relativamente sencillo. Y a veces, unas humildes puertas de madera no son suficientes, y se recurre a la rejeria, no sé si para dejar que los mirones puedan satisfacer sus deseos o, como sospecho, para acabar de blindar los espacios privados, que no domésticos.

domingo, 19 de junio de 2011

Atrapados


No, no es el título de una película, sino de lo que les sucede a los insectos, como a esta tijereta -¿es una tijereta?- cuando tocan una superficie resinosa. Tiene que ser un fin trágico, casi peor que verse atrapado en una telaraña a la espera de ser devorado, pero dejan siempre un cadáver hermoso. Me recuerda a aquellas palabras de James Dean: muere joven y deja un bonito cadáver. O da trabajo a los tanatoprácticos.