martes, 21 de junio de 2011

Drapeado


Este paño, extendido sobre cualquier superficie, no pasaría de ser un roñoso trapajo ansioso por ser lavado enérgicamente para volver a su prístina blancura. Sin embargo, dispuestos sus pliegues convenientemente, se convierte en un drapeado, en un elemento fundamental de la escultura y pintura clásicas. Nunca la arruga fue tan bella.

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