domingo, 20 de marzo de 2011

Ángulo nadir


Es de perogrullo decir que todo depende del punto de vista desde el que se mire, pero cuando se opta por captar una imagen con un ángulo nadir, es inevitable recordárselo a uno mismo. Es este un ángulo que nos da la auténtica medida de los humanos: siempre minúscula. Tumbarse boca arriba y mirar lo que tenemos por encima, con frecuencia ignorado, es un magnífico ejercicio espiritual. Y visual, cómo no.

No hay comentarios:

Publicar un comentario