martes, 31 de mayo de 2011

Oquedades


Cuando me viene a las mientes la palabra hueco, suelo asociarla al de las escaleras. Cosas de los urbanitas. Sea como fuere, las cajas de escaleras tienen un interés visual innegable. El progresivo alejamiento de los diferentes tramos, su desarrollo helecoidal en algunos casos, proporciona unos juego de luces y unas posibilidades de distintas profundidades de campo casi infinitas. Incluso cuando es una caja completamente cerrada. Lo cerrado y lo infinito como conceptos complementarios. Extraño.

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