sábado, 9 de julio de 2011

Borrasca a la vista


Estoy en el castillo de Peñíscola. Oteo a lo lejos: el horizonte nos comunica que se acerca una borrasca. Lejos de apresurarme a buscar cobijo, sigo con mi visita a las dependencias del que fue hogar del papa Luna. Es verano, y como casi todo en esta época, la borrasca es solo un amago. Parece como si el calor convirtiera en ficción los brotes de realidad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario